El vidrio templado se forma al calentar el vidrio recocido a aproximadamente 1200 °F (650 °C), volviéndolo blando, y luego enfriarlo rápidamente con aire frío, creando una fuerte compresión. Esto aumenta su resistencia hasta cuatro o cinco veces en comparación con el vidrio crudo, proporcionando propiedades de seguridad y durabilidad. En caso de rotura, se fragmenta en pequeños pedazos llamados "granos", reduciendo significativamente el riesgo de lesiones. Además, el vidrio templado puede resistir cambios de temperatura de hasta 350 °F (177 °C).
El vidrio laminado consiste en dos o más hojas de vidrio unidas mediante una capa intermedia de plástico llamado PVB (polivinil butiral). Las hojas de vidrio pueden tener espesores iguales o diferentes, y pueden o no someterse a tratamiento térmico.
Esta versatilidad nos permite fabricar una amplia gama de productos laminados, adaptados a las condiciones de diseño estructural del cliente. Destacan los laminados sencillos, laminados antirrobo, laminados antibala, y laminados sencillos con PVB de colores.
Su resistencia se incrementa en un factor de cuatro o cinco veces a la del vidrio crudo, dándole características de seguridad y resistencia, de manera que un vidrio templado se rompe, se fractura en fragmentos denominados “grana”, reduciendo significativamente la posibilidad de lesiones producidas por el vidrio roto. El vidrio templado puede resistir diferencias de temperaturas de hasta 350 °F(177 °C).
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Contamos con equipos de última tecnología, garantizando la calidad de nuestros productos.